Hace ya tiempo que se dice que si no estás en internet, es que no existes, hoy en día, si tenemos en cuenta su impacto social, podríamos importar este dicho a las redes sociales, bien sea por diversión o por promoción, las redes sociales y su repercusión son una realidad innegable.
Ya sean abiertas (como facebook o twitter), privadas (como Tuenti), o especializadas (como 11870.com) se han convertido en un fenómeno en Internet.
Participando en las redes sociales, el usuario se convierte en prosumer, autor, un usuario activo. Y debe tener algunas cosas claras, entre otras, un código especial de conducta, cuyos principios recogemos en el decálogo del buen uso de las redes sociales.
Decálogo del buen uso de las redes sociales
- El acceso a las redes sociales está vetado a los usuarios menores de 14 años. Es necesario desarrollar sistemas adecuados de identificación para evitar su registro.
- Es importante tener claro cuál es su identidad digital: cómo quiere figurar en la red, con qué datos, con nombre real o figurado…
- Para más seguridad, no se debe compartir la contraseña.
- Conviene tener claro en qué tipo de red social desea participar: general, especializada, laboral…
- Antes de nada, lea las condiciones de aviso legal y política de privacidad.
- Las redes ofrecen distintas opciones para configurar la privacidad: a veces por defecto aparece la máxima apertura, es decir, cualquier otro miembro de la red puede acceder a sus datos, otras veces, esos datos quedan reservados a sus contactos… Configure su perfil con la protección que desee.
- Infórmese de qué control va a tener sobre sus datos e informaciones.
- Conviene admitir como “amigo” sólo a gente que conozca.
- Antes de publicar un contenido (fotos, textos, etc.) asegúrese de que es el autor. Si no es así, hay que pedir permiso.
- Si algún contenido es inconveniente, o de alguna manera algo lesiona los derechos del usuario (información, privacidad, etc.) usa las herramientas de denuncia a que las redes ponen al alcance de sus usuarios.
Fuente Threatpost