Cualquier persona que ha recibido alguna «notificación» sobre extrañas actividades en su tarjeta de crédito, o una petición urgente por correo electrónico de la viuda de Mobutu Sese Seko, no se sorprenderá al saber que el robo de información es un gran problema. Pero una nueva encuesta de la Consultoría Kroll considera que también es una situación que enfrentan las empresas y que supera incluso al robo de bienes físicos.
En su Informe sobre Fraudes a Nivel Mundial, Kroll dijo que en una encuesta realizada a 800 ejecutivos reveló que el robo de información era la forma más denunciada de fraude, con un total de 27.3% de los encuestados que reportaron algún incidente de robo de información en los últimos 12 meses, frente a 18 % que reportó el robo de información en los últimos 12 meses en 2009. En comparación, los informes sobre el robo de activos físicos fueron menores, con tan solo 27.2% en los últimos 12 meses.
Kroll aplico la encuesta a 800 ejecutivos de alto nivel en empresas con presencia mundial a través de la Economist Intelligence Unit en julio y agosto de 2010. La encuesta abarcó a ejecutivos en una amplia gama de mercados verticales, incluidos los servicios financieros, comercio minorista, servicios profesionales, tecnología, medios de comunicación y así sucesivamente. Alrededor del 47% eran ejecutivos de nivel C, y la mayoría de los encuestados trabajaban en empresas con ingresos anuales de más de 500 millones de dólares. Alrededor del 30% provino de América del Norte, una cuarta parte provino de Europa y la región de Asia y el Pacífico, y 11% de América Latina, África y Oriente Medio.
El robo de información fue dirigida especialmente a empresas verticales centradas en la información, incluidos los servicios financieros, tecnología, servicios profesionales, así como los medios de comunicación y telecomunicaciones, según el sondeo. Cuarenta y dos por ciento de las empresas de servicios financieros encuestados por Kroll informaron de robo de información, pérdida o ataques en los últimos 12 meses, comparado con sólo el 24% en 2009. El número fue de 40% para las empresas de servicios profesionales, 27% más que el año pasado.
Los activos de tecnología pobremente protegidos son señalados como un factor que contribuye al crecimiento del problema de robo de información.
«La tecnología pobremente defendida es cada vez más fácil de explotar por parte de los defraudadores con cada vez más herramientas avanzadas de origen propio, que van desde la sofisticada piratería informática hasta una simple unidad de memoria», concluyó el informe.
Los ataques de robo de identidad fueron una importante fuente de preocupación, con un 20 por ciento de los encuestados que la menciona, así como «un incremento en el uso de la tecnología» o el llamado ‘consumidor de las TI como los dos elementos más comunes de fraude que llevaron al robo de información.
Los temores entre las empresas sobre el robo de información tiene sus bases en el incremento de las inversiones en tecnología de la información de este año, con el 48% de los encuestados que mencionó que aumentará su inversión en tecnologías de seguridad y de lucha contra el fraude.
Un punto más para preocuparse, especialmente para los países en desarrollo, sin embargo es lo que las empresas no van a hacer, por ejemplo: ampliar las operaciones en los países donde existen altos riesgos a la corrupción, el robo de información o el robo de propiedad intelectual. Según la encuesta de Kroll, el 33% de los encuestados citaron los temores de robo de información como un factor para disuadirlos de hacer negocios en China. La preocupación por el robo de propiedad intelectual impidió que el 23% de los encuestados realizara negocio en ese país.
El informe puede ser consultado en Kroll.com